Puntuales a la cita, hoy sábado 25 de abril estamos en Val de San García esperando a que vayan llegando los participantes para empezar la visita guiada por el pueblo. Nos recibe José Agustín, su alcalde pedáneo, quien también nos acompaña para enseñarnos los bonitos rincones de la localidad, pequeña y coqueta, en un viaje por el ayer y el hoy de esta pedanía de Cifuentes.
Vemos un edificio en el que hubo una escuela y la fecha nos transporta al siglo XVII. Encontramos bonitos y cuidados dinteles y jambas de ventanas, y unos curiosos esgrafiados que realizó Lorenzo Vicente.
También visitamos la iglesia, dedicada a San Pedro Advíncula, en la que destaca la Virgen del Rosario, su patrona, y una talla de la Inmaculada Concepción con unos pendientes que una vecina donó hace muchos años.
En el antiguo ayuntamiento nos tienen preparado un desayuno que tomamos con gusto. ¡Muchas gracias a nuestros anfitriones! ¡Todo muy rico!
Luisa nos hace la presentación de la jornada de hoy, que va a discurrir por carriles, senderos y campo a través. Es el camino que antiguamente utilizaba la población de Moranchel y Val de San García para ir más directamente de uno a otro, sin tener que bajar a Cifuentes, y así poder ahorrarse unos kilómetros. Nos advierten de que no nos separemos del que va delante, sobre todo en los tramos de senda, ya que con los años se ha ido borrando, recolonizada por la vegetación, y quien se despiste puede perderse.
Cuando íbamos a salir andando, justo a las 10:30, llega Enrique. Un imprevisto ha hecho que no haya podido estar antes. Tras los saludos, enseguida comenzamos la ruta.
Junto a la fuente está Amador, un vecino de Val de San García, y algunos se detienen a charlar con él. Amador está compartiendo su arte por el pueblo: unas esculturas antropomorfas hechas con troncos.
A la salida del pueblo tomamos un carril estupendo que sigue la vega del valle por la margen de poniente, pero pronto viramos a la izquierda y comenzamos una fuerte subida sin sendero hasta una calera. Contemplamos el deterioro que ha sufrido la estructura desde 2014, año en que la visitamos con motivo de una jornada de recuperación de los caminos tradicionales entre pueblos. En este enlace puedes ver la crónica de aquel recorrido. Luisa y Enrique nos vuelven a explicar con gran detalle y una buena documentación gráfica el proceso de obtención de la cal a partir de la roca caliza. En este enlace puedes ver uno de los vídeos que hay en internet mostrando el proceso.
Continuamos la subida hasta la planicie superior del cerro (superficie de paramera) y vamos campo a través, imbuidos en un laberinto de encinas, sabinas y enebros. Seguimos hasta encontrar un antiguo camino que baja hacia la Alcarria. Vamos con cuidado, pues hay muchas piedras sueltas y es fácil torcerse un tobillo o dar un mal paso y acabar en el suelo.
El sendero sigue por un encinar autóctono, paralelo a una finca vallada en la que cultivan encinas micorrizadas. A lo largo del recorrido de hoy veremos bastantes de estos cultivos. El día está muy agradable, fresco, nublado a ratos y con un sol que sale cada vez más. Hemos hecho un recuento y somos unos sesenta participantes, con gente de todas las edades.
Un rato más por el carril y nos encontramos la obra de arte de Asun Vicente en homenaje al Camino de la Lana y comprobamos con indignación que lo han roto parcialmente.
Ya en Moranchel, junto al frontón, nos espera Asun Vicente, que ha preparado un pequeño escenario con unos muebles y objetos antiguos. Con ella están su padre Justino y su tío Felipe, que nos cuentan las peripecias que pasaron para transportar esos muebles en caballerías desde el Val a Moranchel por el mismo camino que hemos venido.
El autobús del Ayuntamiento de Cifuentes está listo para transportar a Val de San García a los conductores para recoger sus coches. Mientras tanto, los demás nos quedamos con Miguel y Natalia que nos ofrecen el aperitivo de queso, miel y otros productos derivados de la colmena como en otras ocasiones. ¡Muchas gracias!
En el bar nos ofrecen sillas y mesas que sacamos a la calle, ya que al sol se está muy bien. Como de costumbre compartimos charla y comida. ¡Muchas gracias a los que regentan el bar por su amabilidad y acogida!
Hoy no contamos con las coplas de Pilar y no tenemos mucho tiempo para componerlas, así que Enrique saca los instrumentos y nos ponemos a cantar las coplas de la Tía Perejila que recitó por el camino, y seguimos con canciones populares conocidas.
Nos vamos despidiendo unos y otros, pero pronto nos volveremos a encontrar.
¡Gracias a Eduardo y Mari Paz por las fotos!
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