|
Foto de familia del grupo. Éramos más de 100... |
Hoy, sábado 20 de octubre, recorreremos el Camino de La Lana que
atraviesa el término de Cifuentes. Jueves y viernes estuvo lloviendo sin parar,
sobre todo ayer. Algunos que se habían apuntado, al final, no se han animado. En cambio, otros han venido sin apuntarse, al ver a última hora que el pronóstico pintaba bien. El
cielo está encapotado pero se ven claros que prometen.
|
Nos agrupamos mientras se reparten las credenciales. |
Como en ocasiones anteriores, nos acompañan miembros de la
Asociación del Camino de Santiago de Guadalajara. Nos han traído unos
calendarios de bolsillo que estamos entregando junto con las credenciales que
deberemos sellar en los cuatro pueblos por los que pasaremos. Con los dos euros que dimos cada uno el año pasado, se han
hecho mejoras en el albergue de Cifuentes y se seguirán haciendo con lo que se
recaude este año. ¡Muchas gracias a todos por vuestras aportaciones!
|
Un chocolate caliente con bizcochos sienta bien para empezar la jornada. |
¡Qué bien sienta el chocolate calentito y los bizcochos
mientras nos saludamos! Nuestra historiadora y arqueóloga Luisa se sube al estrado del ayuntamiento de Gárgoles de
Abajo y nos presenta a Enrique y a Alejandro, que serán nuestros guías en
materia de geología y biología respectivamente. Juntos nos irán interpretando el recorrido a lo largo del camino.
|
Luisa va haciendo las presentaciones del día. |
¡Un hurra para los cocineros y
cocineras del desayuno! ¡Y otro para Matilde, una vecina de localidad que nos
ofrece rosquillas caseras y licor de café! Agradecemos también por acompañarnos a José Luis
Tenorio, alcalde de Cifuentes, y a Juan José Hita, presidente de la Asociación
de los Caminos de Santiago de Guadalajara.
|
Foto de familia ante la iglesia de Gárgoles de Abajo. |
Sin más, emprendemos la marcha con primera parada en la iglesia
de Gárgoles de Abajo, que sorprende a todos por su gran tamaño y una magnífica portada manierista. Al interior tiene un pequeño retablo que nada tiene que ver
con el que había antes de la guerra civil, en que utilizaron
la iglesia como teatro y salón de baile. El órgano
barroco tampoco se libró de los destrozos.
La siguiente parada la hacemos junto a la Fuente del Parador o
de los Nueve Caños. Luisa nos explica el origen de este Camino de la Lana que
también es Camino a Santiago.
|
Puente medieval sobre el río Cifuentes. |
Cruzamos el puente sobre el río Cifuentes y emprendemos el
camino a Gárgoles de Arriba, pasando junto a la chimenea de la vieja
fábrica de papel, hoy en ruinas y que tanta vida diera al pueblo.
El agua del río baja alegre y saltarina. Un reguerillo baja
ocupando parte del camino. ¡Qué agua tan limpia!
Caminamos sin prisa y sin pausa, que no queremos
retrasarnos mucho, pues hemos salido más tarde de lo previsto.
A la entrada de Gárgoles, en un corte del terreno, nuestro geólogo Enrique nos cuenta cosas
interesantes sobre el transporte y la sedimentación fluvial que hubo por aquí hace millones de años.
María está ya en la iglesia, que nos abre para la ocasión.
La iglesia actual está orientada norte-sur, lo cual es algo extraño, aunque saliendo
fuera y rodeándola por su derecha vemos que está hecha sobre una iglesia románica anterior orientada este-oeste, como se supone que debería ser. Nos sorprende su chapitel parecido al de las iglesias
del norte de Francia y de los Paises Bajos.
En la puerta de la iglesia, Enrique nos habla de las diferencias y características de la toba y la arenisca en los sillares
que forman la entrada de la iglesia. Diferentes propiedades para diferentes usos.
Breve parada de algunos en el bar de Consuelo, pero llevamos
prisa porque ya acumulamos bastante retraso respecto al programa previsto. María nos
acompaña con la llave de la ermita de San Blas. Por el camino, Enrique se
detiene y nos habla con más detalle de la toba. Aquí se encuentran ejemplares
en los que vemos mejor los moldes que dejaron los tallitos de plantas que
vivieron hace miles de años.
En la ermita, Luisa nos habla de San Blas y del monasterio
que fundó allí el Infante don Juan Manuel para monjas dominicas, y que el Duque
de Lerma se las llevó para su ciudad en el siglo XVII. Junto a la ermita,
Alejandro nos explica porqué los árboles cambian el color de las hojas en otoño.
Nos desviamos ligeramente del camino principal para ver las ruinas de la villa romana. La parcela está cercada y con
puerta que nos abre el personal del ayuntamiento, y nos acercamos para observar las
estructuras de la pequeña urbe y tener una mejor visión de conjunto. Luisa nos muestra el plano de lo excavado en los años 80, y fotografías de los mosaicos, mientras
nos cuenta sobre la historia asociada.
Seguimos hacia Cifuentes sin detenernos, que el tiempo
apremia. A la entrada, la balsa y el nacimiento del Cifuentes, ese río que nos
ha ido acompañando a lo largo del recorrido. Breve pausa y quedamos junto a la
Puerta de Santiago de la Iglesia de El Salvador, con su magnífica portada románica de
la que Luisa nos cuenta algunos detalles y curiosidades.
|
El pórtico de Santiago de la Iglesa del Salvador. |
El cansancio se empieza a notar. Ya tenemos selladas tres de
las casillas de nuestra cartilla de peregrino. ¡A por la última que ya sólo
queda una legua! Caminamos a buen ritmo y por fin llegamos a destino.
A la entrada de Moranchel nos espera Miguel con su aperitivo
de miel y queso acompañados de agua y vino. Vamos callejeando por el pueblo
camino de la plaza y algunos se detienen para ver y fotografiarse junto a los
trampantojos de Asun.
Frente al bar del pueblo están cocinando las migas. Nos ofrecen un buen plato, un vaso de limonada y
posibilidad de repetir. Todo buenísimo. Alguno
repetimos, y otros tripiten de ambas cosas. A los postres nos deleitan el paladar galletitas, empanadillas de
cabello de ángel, y licores.
Algunos acompañados por Luisa nos vamos a ver la iglesia y
en detalle algunos trampantojos de Asun Vicente. Preciosos todos. Este verano
ha pintado dos, el de los pájaros y el de la floristería, aunque este último no lo ha
terminado aún. En su blog:
http://floresdemoranchel.blogspot.com/
hemos ido viendo el proceso de su pintura, pero en la realidad se ven aún más
bonitos.
Otros se van yendo en los vehículos del ayuntamiento a recoger sus coches.
Para completar el día, como dice Enrique, “nos ponemos en
modo copla” y a componer versos (octavas asonantes) que cuenten la jornada. Poco a poco van
fluyendo y en un periquete ya están (puedes leerlas
en este enlace). A ritmo de rabeles las cantamos. Enrique, nuestro profe de rabel, toma el instrumento de Carlos que es más
grande y ofrece mejor y mayor sonoridad. Animados a cantar, seguimos con
canciones populares que Pilar ha recopilado y también las rabeladas que nos ofrece el
libro de Candeal. Para terminar, Juanjo nos canta un bolero inolvidable:
“Nosotros”.
Finalmente, con el dolor de lo bueno que se acaba, nos despedimos.
¡Hasta la próxima!