Junto a la vieja fuente de Huetos nos vamos reuniendo para iniciar hoy la tercera jornada de patrimonio de este año 2024, que organiza el Ayuntamiento de Cifuentes, municipio al que pertenece esta localidad.
La primavera ha entrado con ganas y las lilas nos reciben exuberantes. |
Tras las presentaciones de rigor, Enrique y Luisa dan las gracias a Toño, vecino de Huetos, por su inestimable ayuda en el diseño y preparación de esta ruta que, sin su colaboración, no hubiera sido posible.
La primera subida, a la salida de Huetos, nos lleva por la umbría de la sierra. |
Comenzamos la marcha cuesta arriba disfrutando de todo cuanto vamos viendo alrededor: sabinas, enebros, jaras, romeros, tomillos… El olor nos embriaga. Ha llovido mucho estos días de atrás y la vegetación está exuberante.
En la subida paramos a escuchar el paisaje sonoro y de paso descansamos. |
Enrique nos explica que, a lo largo del recorrido, atravesaremos un anticlinal y lo podremos comprobar en las rocas del camino: en la subida por la ladera norte del cerro, las capas de roca calcárea (dolomías) asoman inclinadas hacia el norte, mientras que en el lado sur de la montaña las veremos inclinadas hacia el sur.
Al otro lado de la sierra, las capas de dolomía están cortadas por una falla. |
Hoy la ruta discurre por un camino que la falta de uso y la vegetación han ido estrechando, aunque se mantiene bastante bien porque lo utilizan senderistas de Huetos y para hacer bicicleta de montaña.
El grupo se adentra en el pinar dejando las tobas calcáreas a un lado. |
Después del primer ascenso, el camino llanea un poco y vamos entre árboles, lo cual se agradece porque ya hace calor. La ladera está cubierta de pinos que ocupan el espacio donde antes en gran parte había cultivos, en especial viñedos. Podemos observar los bancales de piedra que separaban pedazos y sujetaban terrazas.
La subida de vuelta, por un camino pedregoso, se hizo un poco pesada. |
Alfredo, vecino de Huetos, nos dice que por Balzancao hubo un pueblo que se llamaba Poyales. Subimos ahora una cuesta empinada que es un atajo. A la izquierda hay un vallejo que llaman de “Los Enemigos” aunque los del pueblo no saben de dónde le viene el nombre. Tal vez fue por alguna guerra. Junto al camino encontramos unas rocas desprovistas de vegetación que llaman “Los Escritorios”, pero no saben el porqué de esa denominación.
La bajada de vuelta nos descubre un paisaje espectacular. |
Cruzamos el antiguo camino a Carrascosa y pronto comenzamos a descender. ¡Se ve precioso Huetos desde aquí!
De nuevo junto a la fuente de Huetos, Luisa nos habla de “los Mayos” una tradición muy bonita que aún se conserva y se sigue celebrando con gran alegría, en que la música inunda las calles de Huetos, y nos anima a venir a verla la próxima noche del treinta de abril.
Una fuente bien cuidada, cumple su servicio público con eficiencia. |
Alguno se despide y otros nos vamos al bar a tomar algo y a sacar nuestra comida. Como siempre, compartimos la tortilla, la ensalada, el queso, el fiambre y todo cuanto llevamos. Toño nos obsequia con vino de su cosecha. ¡Qué rico está el vino de Huetos! Tras los postres componemos unas coplas que os dejamos más abajo.
En Huetos se crían buenos vinos, elaborados con cariño según la tradición. |
Después de comer y de los cafés, seguimos la jornada de patrimonio y nos vamos a visitar la cueva-bodega de Toño. Allí aparece y sale a nuestro encuentro Isabel de Toro, la de Ruguilla. No había podido venir hoy a hacer la ruta, pero nos trae un bizcocho que ha elaborado en su casa. A pesar de haber comido mucho, el bizcocho está tan rico que no hemos dejado ni una miga, y lo degustamos acompañado de los licores de Eduardo.
Toño nos explica la elaboración del vino y los problemas que tienen. |
Enrique toca algunas jotas y otras piezas con sus armónicas y, después de repartir las coplas por wasap y redes sociales, entona la melodía de las rabeladas al ritmo ternario y empezamos a cantarlas (abajo va la letra).
Cantando las coplas que ya hemos repartido por wasap. |
Después, de la bodega a la iglesia, donde José María y Luisa nos describen el edificio y su contenido, y nos hablan de las fiestas y tradiciones religiosas de Huetos. A continuación, damos un paseo en torno a la iglesia para verla por fuera y admirar también el valle de atrás, que es la vega del Barranco del Angosto. Finalmente, nos despedimos hasta la próxima jornada de patrimonio, que será el sábado 25 de mayo para disfrutar de los paisajes en el entorno de Moranchel.
Coplas de la jornada de paisajes de Huetos
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