Octava marcha por el Camino de la Lana

Por octavo año, el pasado domingo 24 de octubre de 2021 reanudamos la Marcha por la Ruta de la Lana. Esta vez no ha sido en años consecutivos, ya que la pandemia nos obligó a suspenderla en 2020. Hacemos un recorrido por el ramal del camino a Santiago conocido como Camino de la Lana, que viene de Valencia y Alicante y que, pasando por Cuenca, Cifuentes y Atienza, se une en Burgos al camino principal que viene de Francia hacia Santiago. Como en ocasiones anteriores, el objetivo de esta actividad es dar a conocer el tramo correspondiente al municipio de Cifuentes, entre Trillo y Las Inviernas (Guadalajara).

Las presentaciones, mientras tomamos el desayuno.

El día ha amanecido espléndido. Brilla el sol, aunque hace frío a primera hora de la mañana. Aquí estamos, en el punto de encuentro, en la Plaza Mayor de Gárgoles de Abajo.

 

Geólogo e historiadora, con el cartel en estéreo.

 

Junto a la iglesia de Gárgoles de Abajo.

A las 9 de la mañana, puntuales y en cola, vamos avanzando hasta la mesa donde nos entregan nuestro díptico-credencial con el sello en el primer pueblo del recorrido, a la vez que depositamos nuestro donativo destinado a mejoras en el albergue de peregrinos de Cifuentes. También como novedad este año, los conductores recogemos un ticket naranja. Es nuestro billete para montarnos al final del recorrido en el autobús que nos traerá de vuelta a Gárgoles de Abajo para recoger nuestros coches. Seguimos avanzando en la mesa para recoger el desayuno a base de chocolate y bizcochos que nos ofrece gentilmente el Ayuntamiento de Cifuentes.

"El Parador" donde estuvo Camilo José Cela en su Viaje a la ALcarria.

Tras las presentaciones de rigor y un gran aplauso a los que nos han preparado el desayuno, iniciamos la marcha. Visitamos la iglesia de esta localidad, pero en esta ocasión sólo por fuera, debido al Covid-19 y siguiendo las indicaciones de Luisa. Junto a la iglesia, Luisa nos muestra en la pared del templo un pequeño fragmento de cornisa decorada con ajedrezado, decoración típica de las iglesias que están a lo largo de los Caminos a Santiago. Lo más probable es que el fragmento proceda de una antigua iglesia románica situada allí mismo o en las inmediaciones, y amortizado como una piedra más de la mampostería del muro. Tras contarnos el origen de este Camino a Santiago llamado “de la Lana”, y ya en la parte baja del pueblo, frente al Parador en el que estuvo Camilo José Cela, geólogo e historiadora nos hablan del origen y uso de las cuevas. Cruzando el puente medieval sobre el río Cifuentes, tomamos el camino hacia el siguiente pueblo.

Antes de entrar en Gárgoles de Arriba, Enrique nos habla de las areniscas y arcillas del sustrato, y ya junto a la iglesia, del tipo de rocas con las que se construyó, y cómo se diferencia la toba calcárea de la arenisca. Luisa hoy no explica dentro de la iglesia, sino por fuera, en especial haciendo hincapié en el magnífico ábside románico. Mientras, en la placita, igual que otros años, Eduardo va sellando las cartillas, y así en cada pueblo. Luisa nos ofrece quedar de nuevo en Gárgoles de Arriba a la tarde, después de comer, para que dé tiempo a llegar desde los distintos puntos donde coma cada cual.

En el ábside de la iglesia de Gárgoles de Arriba.

Subiendo hacia la ermita de San Blas.

Ya sabemos cómo se forman las tobas.

Seguimos la marcha hacia la ermita de San Blas y en el camino Enrique nos explica cómo se forma la roca de toba y nos muestra la que hay en el entorno. Es una roca muy porosa y contiene fósiles de plantas y caracolillos. Ya junto a la ermita de San Blas, Luisa nos cuenta la historia del monasterio de San Blas que allí hubo y también nos habla de la cercana villa romana y de la laguna.

Nos hacemos la “foto de familia” que tradicionalmente solemos hacer junto a la puerta de la iglesia de Gárgoles de Arriba, pero que esta vez se nos ha olvidado, y una vez hecha continuamos la marcha camino de Cifuentes. En esta ocasión, nos parece mentira… ¡Vamos sin retraso con respecto a los tiempos previstos! Atravesamos el poblado de la Central Nuclear, que pronto es un despoblado, pues apenas queda gente viviendo allí de forma permanente. Unos minutos más y ya hemos llegado a Cifuentes. Junto a la balsa esperan caminantes que han llegado primero, otros están ya por los bares, y otros descansando en el Parque de Los Manantiales. Nos tomamos un rato de tiempo libre para descansar un poco y coger fuerzas para el último tramo.

El Pórtico de Santiago de la iglesia de El Salvador.

Reunidos en el siguiente punto de encuentro, junto al pórtico románico de Santiago de la iglesia de El Salvador, Luisa nos explica su historia y el significado de esas figuras tan enigmáticas. No hacemos la parada en la calle del Cristo de la Repolla porque se hace tarde y no da tiempo a parar, aunque algunos se ponen al lado de Enrique y Luisa para que, sin perder la marcha, se lo cuenten.

Pasamos junto a las encinas micorrizadas para la trufa.

Un homenaje y recuerdo al peregrino que recorre este camino.

Ya llevamos sellados tres pueblos y vamos a por el último sello que Eduardo nos pondrá en Moranchel. El camino sube y baja. Vamos charlando amigablemente unos con otros. Da igual si no nos conocíamos de antes. Parecemos una gran familia. La fila de caminantes va muy estirada. Ya casi llegando al pueblo, a nuestra izquierda, vemos la obra de arte que la artista Asun Vicente ha hecho como homenaje a los peregrinos de la Ruta de La Lana. Mientras, otros ya están degustando la miel y el queso que Ángel Luis y Miguel nos ofrecen a la entrada del pueblo. ¡Qué bien sienta después de los catorce kilómetros, y con el apetito y la sed que traemos!

Ambiente en el aperitivo que nos ofrecen en Moranchel.

Algunos de los conductores se están montando en el autobús que hará el primer viaje para volver a Gárgoles de Abajo a recoger sus coches. Otros nos vamos con Luisa a ver la iglesia del pueblo, esta vez solo por fuera y sus calles, descubriendo los trampantojos de Asun Vicente. ¡Qué maravilla! ¡Son preciosos! ¡Qué artista!

Esta vez el Ayuntamiento de Cifuentes no nos ha podido ofrecer migas. Nos distribuimos para comer por la zona. Algunos se despiden y otros se reunirán más tarde con Luisa para ver las cuevas-bodega en Gárgoles de Arriba. ¡Maldita pandemia! ¡Se nos va a olvidar dar besos y abrazos!

Nos despedimos cruzando miradas cariñosas, y con la esperanza de que pronto hagamos otras marchas por la zona. Y como no, a ser posible, recuperando aquella tradición de contar lo sucedido en romance castellano y con rabel.

A la puerta de la cueva-bodega de Pablo, en Gárgoles de Arriba.

Después de la comida, a las 5 y puntuales, algunos nos reunimos de nuevo en la plaza de Gárgoles de Arriba con Luisa, y con María que viene con la llave de su cueva. Una cueva-portal da acceso a otras tres cuevas a las que nos adentramos. ¡Muy bonitas e interesantes! También nos acompaña Pablo, que después nos invita también a ver dos de sus cuevas en el pueblo. En una de ellas nos da a probar su vino y sus licores elaborados con aguardiente, y al finalizar la visita nos regala una botella de vino de su cosecha a cada grupo o familia. ¡Muchas gracias, Pablo!