Crónica de la jornada de Ocentejo a Oter

¡Por fin podemos retomar las jornadas de patrimonio de Cifuentes!

Reanudamos las jornadas de patrimonio que iniciamos en 2012 desde la Oficina de Turismo de Cifuentes y que quedaron interrumpidas en marzo de 2020 con el confinamiento por la  pandemia. Hoy sábado 21 de mayo hemos recorrido el camino público que une Ocentejo con Oter.

El viejo camino está bastante cubierto de vegetación, pero aún se vislumbran algunos tramos que nos permiten seguir su trazado. Se encuentra en la zona periférica del Parque Natural del Alto Tajo y nos ofrece hermosos paisajes de los cortados y cañones de este río.

Luisa empieza la visita guiada para evitar retrasos.

A las 9:30 y tras las presentaciones de rigor empezamos la visita guiada por Luisa en Ocentejo acompañados por Jesús Yagüe Cortijo, juez de paz de la localidad. Es temprano y ya hace calor. En el cielo no vemos ni una sola nube.

 

Antiguamente, el pueblo se dividía en dos barrios separados por un barranco que hoy en día está soterrado. Calles empinadas con casas arregladas, y otras conservando su porte original con puertas a dos hojas y ventanas pequeñas. De un edificio con ábside nos dicen que es el antiguo horno de pan cocer y que hoy forma parte de una casa.

En lo más alto del pueblo vemos el cementerio y en su recinto una ermita, hoy en ruinas pero con una magnifica cúpula que aún permanece en pie, aunque descarnada de las piedras que la revestían. Al parecer había sido la antigua iglesia del pueblo, tal vez dedicada a la Virgen de la Estrella, ya que así se llama la calle que sube hasta ella. La iglesia actual está bajo la advocación de la Virgen del Rosario.

En la plaza vemos el frontón para el juego de pelota, tan popular en nuestros pueblos castellanos. En un jardín hay un rollo troncocónico de piedra caliza que sirvió para moler el yeso después de que hubiera pasado por el horno. Luisa nos dice que hay otro tipo de yeso que no se hornea, que se encuentra en grandes cristales y que los romanos utilizaban directamente para las ventanas en los siglos I y II d.C., llamado lapis specularis. A la salida del pueblo vemos el lavadero, en estos momentos sin agua.

Enrique nos cuenta el contexto geológico del recorrido de hoy.

Junto a la Fuente de la Zapatera nos dicen que la ruta de hoy va a ser dura, por lo que vamos a dividir el grupo: con Luisa iremos por la pista forestal los que tenemos más dificultad para caminar, y con Enrique por el sendero antiguo los más intrépidos. De momento vamos todos juntos y vemos el barranco, la fuente y el puente llamados "de la Calzada”. Seguimos adelante y al otro lado de la carretera vemos una cruz en un lugar que el mapa antiguo indica como “Ermita de San Roque”. De la ermita sólo quedan algunas piedras y ahora sólo hay esa cruz, que utilizan para el vía crucis.

La jornada de patrimonio de hoy es variopinta e internacional: han venido participantes de Italia, Estados Unidos, Inglaterra, Polonia y también doce ucranianos que se encuentran refugiados en Cifuentes. También nos acompaña un senderista invidente.

Descansando a la sombra mientras nos vamos reagrupando.

Así que nos dividimos: Enrique y su grupo por el camino viejo y los demás con Luisa por el carril. Más adelante nos encontraremos. A nuestra izquierda, ambos grupos vamos viendo el valle del Tajo, el Estrecho de la Tormellera, y detrás, el Hundido de Armallones.

Avanzamos unos por el carril y otros por el camino viejo. Los del carril ya hemos llegado al punto de encuentro y esperamos al otro grupo. El campo está precioso, vemos orquídeas, jara blanca (jaguarzo) con sus flores de un rosa intenso, casi fucsia, y el tomillo florecido. ¡El olor es embriagador!

Día de calor, así que con gorras y paraguas para protegernos del sol, y buscando la sombra siempre que se puede...

El calor aprieta y el camino sigue siendo cuesta arriba. Llegados al cordal, encontramos el punto por el que hay que abandonar el carril y tomar el sendero que baja hacia Oter. Algunas personas están ya cansadas y afectadas por el calor. El camino les supone una dificultad extrema. Menos mal que nuestra amiga Meme de Oter ha llegado con su coche y se suben en él para adelantarse hasta el pueblo por la pista forestal.

Entre aliagas, romeros, chaparras, sabinas y enebros vamos bajando hacia Oter. ¡Menos mal que ahora es cuesta abajo! El calor sigue apretando cada vez más y hace un sol de justicia.

Llegando a Oter, el trazado del camino hace de cipotero entre dos "piazos".

Ya en Oter, en la barbacana junto a la iglesia nos espera Ángel Luis con bebida refrescante, queso y miel que nos ayudan a recobrar las fuerzas. También Meme e Isabel nos tienen preparadas unas cervezas, refrescos y un aperitivo. ¡Así da gusto!

Mientras varias personas voluntarias llevan a los conductores a recoger sus coches de Ocentejo, las demás nos vamos con Luisa y Meme a ver el pueblo. El frescor de la iglesia y de la bodega de Meme son un oasis en este día de inusual calor.

Algunos se marchan y otros nos quedamos a comer con nuestras viandas en el Centro Social de Oter, y como no podía ser de otra manera, completamos con alguna anécdota del día las coplas que ya traía Pilar (puedes verlas en este enlace, PDF de 105 Kb). Enrique saca los instrumentos y las cantamos a ritmo de rabeladas. El ambiente se anima y algunas bailan a ritmo de jota (puedes ver el vídeo en este enlace, MP4 de 8 Mb).

Y tras escribir y copiar las coplas del día, las cantamos como rabeladas a lo pesao.

¡Qué alegría volvernos a juntar los que ya nos conocíamos y también conocer a gente nueva!

Así que nos despedimos hasta la próxima, ya sea por el camino de la lana en octubre, o el camino de Valderrebollo a Cifuentes en noviembre.