07/03/2023

El camino antiguo del Val a Moranchel

Retomamos el camino antiguo de Val de San García a Moranchel que hicimos en 2014.

Hace unos 9 años, el 24 de mayo de 2014, hicimos esta jornada de patrimonio con la intención de recuperar y promover el uso del antiguo camino que une Val de San García y Moranchel. En este enlace puedes ver la convocatoria que hicimos entonces dentro del programa de "Caminos que unen pueblos", y en este otro enlace tienes la crónica de aquella jornada. Este año, y a petición popular, repetimos el recorrido y aprovecharemos para que los hermanos Vicente nos cuenten sus recuerdos y anécdotas de la posguerra.


Indicación del recorrido en el mapa topográfico del año 1919 del IGN.
 
En cuanto a la logística para el sábado 25 de marzo, la salida oficial será a las 10:30 andando desde la plaza de Val de San García. No hace falta reservar. Basta con presentarse en la plaza a las 9:30 de la mañana si quieres hacer la visita guiada al pueblo, o antes de las 10 y media, que es cuando empezaremos la marcha. Os recordamos que en el Val no hay bar ni tienda, así que el desayuno y las compras (pan, bebidas, etc.) tendréis que hacerlos antes en Cifuentes (la Churrería de los Manantiales abre a las 8).

Como de costumbre, por el camino iremos parando para ver y comentar el patrimonio natural y cultural, así que lo más probable es que la llegada a Moranchel sea en torno a las 2:30 o 3 de la tarde. La distancia es de unos 9 km, con subidas y bajadas por caminos públicos y senderos no siempre en buen estado, e incluso algún tramo campo a través. En este enlace puedes bajarte el archivo kmz del recorrido.
 
Perfil topográfico del recorrido del Val a Moranchel.

Al llegar al final, los conductores serán transportados de vuelta al Val a por los coches. Una vez en Moranchel, una empresa local nos ofrecerá un aperitivo y la oportunidad de comprar sus productos derivados de la miel y el polen. Después podremos comer cada uno con lo suyo y compartir un rato juntos mientras descansamos. Para quien siga con más ganas de marcha, después del café haremos una visita guiada por el pueblo.

Uno de los trampantojos de Asun que hay en Moranchel.

Recomendamos a los participantes estar atentos al pronóstico del tiempo atmosférico (se puede consultar en este enlace), ya que en estas fechas empieza a ser muy variable e igual puede hacer falta gorra, protector solar y agua, que caer un chaparrón y necesitar paraguas y/o chubasquero. En cualquier caso, para andar por el campo es importante llevar un calzado adecuado y pantalón largo, sobre todo cuando el desuso hace que los caminos sean colonizados por plantas espinosas como "nuestra querida amiga" la aliaga (Genista scorpius).

Indicación del recorrido en el mapa topográfico de hace unas décadas.

Al terminar el recorrido volveremos a Cifuentes y los participantes que lo deseen podrán comer en cualquiera de los restaurantes que hay en Cifuentes y los pueblos del entorno. En este enlace puedes ver un listado (es recomendable llamar antes).
 
Se trata de una actividad gratuita organizada por el Ayuntamiento de Cifuentes, en este caso en colaboración con las vecinas y vecinos de Val de San García y Moranchel, y sobre todo de Felipe. Para obtener más información puedes llamar al teléfono 949810833 (sábados de 11 a 2 y de 5 a 8, domingos y festivos de 11 a 2) o escribir al correo electrónico turismo@cifuentes.es


Si vienes de lejos y prefieres no tener que madrugar ese día, en los pueblos del municipio (Cifuentes, Gárgoles de Arriba, Gualda y Ruguilla) hay casas rurales y hostales con precios moderados. En este enlace puedes ver un listado con los datos de contacto para llamar y reservar.

Un poco de historia
 
En enero de aquel año 2014, Luisa, Natalia y Enrique estuvieron determinando la situación del camino sobre la foto aérea con la ayuda de Felipe Vicente, que cuando era joven solía ir con la mula de un pueblo al otro, pues tenía familia en ambos. Eso fue hasta los años 50, en que tuvo que irse a trabajar a Madrid. Gracias a él (y a la foto aérea del vuelo americano de 1956) hemos podido localizar la senda en los tramos donde ya estaba perdida.

Felipe en 2014 indicándonos por dónde iba el camino.
 
A lo largo del recorrido veremos que algunos tramos del antiguo camino han sido arados, cultivados, vallados y/o han sido colonizados por la vegetación debido a su escaso uso en las últimas décadas. Pero el catastro, las fotos aéreas y el relieve no engañan, así que sabemos por dónde iba el camino. Los caminos públicos son imprescriptibles, inalienables e inembargables, por lo que el derecho de acceso siempre se mantiene. Como ya comentábamos en otras entradas al blog, mantener estos caminos públicos es una labor que queda por desarrollar si queremos que sigan uniendo pueblos y uniendo gente.
 

06/03/2023

Crónica de la ruta por el Ceño del Moro y La Tajera


En esta mañana fría de un 25 de febrero, para entrar en calor y coger energía, algunos hemos comenzado la segunda jornada de patrimonio del año con unos churros y chocolate o café. Todo un lujo que nos ofrece el nuevo churrero de Cifuentes abriendo temprano.

Casco viejo y monumental de Cifuentes en la visita guiada.

Con Luisa recorremos las calles de Cifuentes en una breve pero intensa visita guiada, y terminamos en la Plaza Mayor. Allí ya nos espera Enrique con el resto de los participantes para agruparnos en los vehículos y minimizar el número de coches.

En la Plaza Mayor de Cifuentes nos agrupamos en vehículos, y enseguida parte la comitiva.

En el aparcamiento nos agrupamos y Enrique hace una introducción a la jornada.

La carretera hacia La Tajera tiene algunos baches a pesar de que se han tapado otros muchos recientemente. Aparcamos los vehículos y nos presentan la actividad. Vamos a recorrer unos nueve kilómetros en los que tendremos carriles, senderos y algún tramo campo a través, todo ello con sus cuestas arriba y abajo.


Empezamos la marcha por una pista llana pero pronto hay que tomar un pequeño sendero para bajar al valle del Ceño del Moro. Nos ayudamos unos a otros a salvar obstáculos, procurando que nadie se caiga. La visión es espectacular, tanto por la frondosa y variada vegetación, como por las rocas. Y de repente, ahí está el Ceño del Moro, un resalte rocoso del que Enrique nos cuenta su formación.

Aprovechando el resalte superior (ceño) de la enorme pared de piedra, al pie hay un abrigo de pastores (paridera) construido con piedra seca (es decir, sin mortero, yeso ni ningún otro cemento). Luisa nos habla de este tipo de construcciones antiguas utilizadas para el ganado, y también de cómo frecuentemente los sitios así los aprovechaban los homínidos prehistóricos.

Foto de familia de la jornada, al pie del Ceño del Moro.

En el abrigo, bajo la ceja del ceño, hay un impresionante ejemplar de enebro común.


La vegetación nos sorprende y los guías nos van contando cosas interesantes sobre enebros, guillomos y otras plantas. Por cierto, que vemos un enebro común (Juniperus communis
subespecie hemisphaerica), que no es nada común, y valga la paradoja, ya que tiene un impresionante porte arbóreo superior a 5 metros que lo asemeja a un abeto. Se trata de una especie sensible al calor que puede desaparecer en esta zona por el calentamiento climático, y por lo tanto de un ejemplar que debe ser cuidado y conservado.

Continuamos el camino y sorteamos los grandes bloques de caliza que jalonan el barranco, junto a grandes guillomos (Amelanchier ovalis), algún arce mediterráneo (Acer mospessulanum) y numerosos saucos (Sambucus nigra): un interesante refugio de especies poco frecuentes en la zona. Siguiendo por el fondo del pequeño cañón fluvial, alcanzamos el angosto desfiladero por el que se desagua el valle.

Bajando por el desfiladero del pequeño cañón.


Hace frío pero luce el sol y no hace un día tan malo como habían pronosticado los meteorólogos. ¡Es una lástima, porque estos pronósticos hacen que muchas personas potencialmente participantes decidan no venir y luego se arrepienten cuando ya es tarde!

Ahora comienza la cuesta arriba. Se atisba una carbonera. Desde comienzos del siglo XX y hasta los años 70 en que comenzaron a utilizarse otro tipo de combustibles, el carbón era necesario para abastecer las ciudades y las carboneras se hacían en nuestros bosques. Era un trabajo muy penoso ya que tenían que hacer una choza y permanecer día y noche para vigilar la pira de leña de la que se obtendría el carbón que no podía dejar de arder. El proceso duraba aproximadamente un mes. Meme recuerda cuando ella era muy pequeña, que visitó la choza donde vivían unos carboneros que tenían un niño pequeño que se encontraba enfermo. ¡Cuántas penalidades!

El embalse de La Tajera nos ofrece una panorámica espléndida.

Ya llevamos más de la mitad del recorrido y ahora nos acercamos con Enrique a ver varias trincheras de la última guerra civil. Desde arriba divisamos la presa y el pantano de La Tajera. ¡La vista es espectacular! Nos cuentan que la presa se hizo sobre el río Tajuña. La expropiación de tierras se realizó en 1964 favoreciendo la despoblación de los pueblos afectados, aunque las obras no comenzaron hasta los años 80 y no se concluyeron hasta pasado el año 2000. Hubo muchos problemas en su construcción. 

La subida al Alto de la Tajera se nos hizo un poco pesada, pero mereció la pena.

Seguimos cuesta arriba por el bosque hacia el alto de la Tajera. Un grupo decide no entrar a ver los restos de la guerra civil y se quedan en el camino esperando. El resto va con Enrique a ver las profundas trincheras, los gruesos parapetos y enormes abrigos que sirvieron para refugio de tropa. Impresiona la cantidad de personas que debieron ocupar todas estas instalaciones durante varios años.

Parte del complejo sistema de parapetos, trincheras, nidos de ametralladoras y refugios.

Arriba ya vemos casas en ruinas de un poblado hoy abandonado. Natalia nos cuenta que se hizo para los trabajadores de la presa. También hubo un proyecto de chalets y de actividades náuticas que se quedó en agua de borrajas. El poblado hoy en día es una finca particular.

La entrada a una sima indica que las calizas del Cretácico están karstificadas.

Terminado el recorrido y de vuelta a los vehículos, no sabemos si es más el hambre o el cansancio.

Nos despedimos junto al improvisado aparcamiento y la jornada se termina para algunos. Otros nos vamos a comer en Cifuentes. Unos cuantos hemos traído comida y nos instalamos
al sol, en el claustro del antiguo Convento de Dominicos de Cifuentes, como ya hemos hecho en otras ocasiones.

Terminamos la jornada compartiendo viandas y comentando las anécdotas del día.

Después de comer nos vamos a visitar el antiguo Convento de Belén por dentro. Ya no quedan monjas, pues hace unos años se las llevaron a Sigüenza. El Obispado ha cedido el antiguo convento a la asociación religiosa Hakuna y, aprovechando que hoy están allí con alguna actividad, Marco, el alcalde de Cifuentes, nos concierta una visita. Ignacio nos recibe y visitamos la huerta del convento, con fuentes por todas partes. Un numeroso grupo de jóvenes músicos y una coral cantan alegres para nosotros. Ignacio nos enseña el convento por dentro. ¡Muchas gracias! Poco a poco van haciendo arreglos, vemos una capilla recién reformada que ha quedado muy bonita.

Y ahora sí, ya nos despedimos hasta la próxima jornada de patrimonio, que será el sábado 25 de marzo y que nos llevará de Val de San García a Moranchel por el antiguo camino que va por arriba, sin pasar por Cifuentes.

¡Hasta pronto!

 Muchas gracias por las fotos a Eduardo, Enrique, Juan Luis, Mari Paz y Montse.