Cuidando nuestros caminos

El primer fin de semana de abril de 2022 lo dedicamos a cuidar uno de nuestros principales caminos públicos: el Camino Viejo de Cifuentes a Trillo. El sábado 2 abril tuvimos una jornada de voluntariado (localmente conocida como hacendera) para limpiar e intentar mantener en uso este antiguo camino. Para facilitar el tránsito del recorrido del día siguiente, abrimos paso en algunos de los tramos que, por la falta uso, han sido colonizados por la vegetación. El objetivo es romper el círculo vicioso que limita su acceso y utilización, habilitando una senda que permita recuperarlo, y que además cuenta con algunos parajes muy hermosos y elementos singulares del patrimonio natural y cultural.

Habíamos quedado a las 10 de la mañana en el Parque de los Manantiales de Cifuentes para concentrarnos en vehículos y acercarnos a podar para facilitar el paso a senderistas. El ayuntamiento puso algunas herramientas y otros llevamos nuestros guantes, tijeras de podar, sierra de arco, etc.

 

 

Los tocones de olivo vertidos al camino desde el cultivo de la izquierda nos impiden seguir avanzando.

 

A iniciativa del Colectivo 100fuentes, también aprovechamos para limpiar de vegetación el Manantial del Tobar, que está cerca del camino. Al mediodía hicimos una parada para almorzar y beber algo, y estuvimos de vuelta a Cifuentes antes de comer, previa "parada técnica" en el Bar El Cruce para compartir unos momentos antes de volver cada cual a su casa.

Descanso y aperitivo merecidos en el Bar El Cruce.

 

El domingo 3 de abril, con motivo del II Día Nacional de las Vías Pecuarias y los Caminos Públicos, hicimos una marcha por el mismo Camino Viejo de Cifuentes a Trillo. El Ayuntamiento de Cifuentes quiso contribuir con este recorrido popular a la iniciativa nacional, con la intención de recuperar el camino y animar a utilizarlo para el senderismo local.

 

Datos catastrales de las parcelas correspondientes al Camino Viejo de Cifuentes a Trillo.

En el término de Cifuentes, la vía romana sigue cumpliendo su función de camino público.

Tramo del camino respetado (como debe ser) entre dos cultivos.

Base de la plataforma de la vía romana junto al camino actual, exhumada por erosión de la capa superior de zahorra. Obsérvense los mampuestos de la margina y el remanente de ripio en el núcleo.

El itinerario figura ya como Camino Viejo de Cifuentes a Trillo en el mapa topográfico histórico de hace un siglo, y ha sido identificado por algunos arqueólogos como parte de la vía romana de Segontia a Segobriga (Abascal Palazón, 1981; Sánchez Lafuente, 1986). De hecho, hemos pasado por encima del lugar donde el arqueólogo Juan Manuel Abascal hizo un corte estratigráfico para el estudio de la vía romana.

 

Figura 1 y lámina IIa del artículo de Abascal Palazón (1981) sobre la vía romana de Cifuentes a Trillo.

 

Es de suponer que, una vez que en el siglo XIX se construyó la carretera de Cifuentes a Trillo pasando por Gárgoles de Abajo, y sobre todo con el progresivo abandono de la ganadería extensiva, el camino antiguo empezaría a ser menos utilizado y, con la pérdida de la presión ganadera, ha sido gradualmente colonizado por la vegetación.

 

Como todo bien de dominio público, los caminos públicos tienen un régimen jurídico basado en las tres notas demaniales: son inalienables (no se pueden vender ni comprar), son imprescriptibles (no se puede obtener su propiedad mediante ocupación ni usucapión) y son inembargables (no pueden ser embargados). En el caso de los caminos públicos, quien actúa como responsable del bien común es el ayuntamiento respectivo.

 

Luisa nos habla de los restos de la villa romana cercana al camino.

A lo largo del recorrido vimos patrimonio natural como encinas centenarias y rodales de encinar y robledal (quejigar), y patrimonio cultural como chozones y vallado en piedra seca.

Ejemplar macho de sabina albar junto al camino, con unos 10 metros de altura.

En definitiva, tuvimos un fin de semana de reivindicación en la defensa del patrimonio público representado por los caminos públicos, que son responsabilidad de los ayuntamientos, y las vías pecuarias, que son responsabilidad de las comunidades autónomas. En ambos casos, los riesgos de mala gestión a los que están sometidos son similares: usurpación, negligencia, vallado... Ante esta situación, cualquier ciudadano debería exigir de la administración responsable que no ignore la situación, asuma sus competencias y cumpla con su responsabilidad.