09/04/2018

Crónica de la jornada de Solanillos del Extremo a Gárgoles de Arriba


Hoy sábado 24 de marzo, día frío y ventoso, vamos concentrándonos en la plaza de Solanillos del Extremo para comenzar la segunda jornada de patrimonio prevista para este año. Poco a poco van llegando los participantes y, para resguardarnos del viento, nos vamos reuniendo en el interior de la Iglesia Parroquial del Apóstol Santiago. Allí mismo, Enrique y Luisa nos hacen las presentaciones de rigor y nos cuentan el programa del día.

En la iglesia, Luisa y Enrique hacen la presentación de la jornada.
La bóveda central muestra cruces de Santiago, y lunas que simbolizan el Islam.
Visitamos la iglesia en la que observamos bastantes curiosidades que nos indican unas vecinas de Solanillos y también Luisa. En la Guerra Civil destruyeron una estatua de Santiago de bronce y el retablo que tenía 18 columnas. Hay una talla de Cristo atado a la columna que los vecinos sacan en procesión en su fiesta principal, que se celebra en agosto. Subimos hasta lo más alto de la torre de la iglesia, una de las de la comarca que se encuentra a mayor altura, desde donde se divisan muchos pueblos, aunque el fuerte viento nos impide quedarnos mucho rato en la contemplación.

El campanario de Solanillos es de los más altos de la comarca.
Callejeando, acompañados por Felicitas y Mª Cruz, vecinas del lugar, vemos el solar donde estuvo el horno, que se conservó bien hasta hace pocos años, pero que ahora ha quedado reducido a un montón de piedras.

Junto a los restos del horno nos cuentan sobre su funcionamiento...
...mientras el viento arrecia y el frío nos obliga a juntarnos y a buscar el sol.
Pasamos junto a una corte, lugar donde se guardaban los cochinos y que recibe este nombre en las provincias de Cuenca y Guadalajara, y también en algunas zonas de Madrid y Teruel limítrofes con las primeras. Más adelante, pasamos junto a unas piqueras, nombre que dan aquí y en otros pueblos de La Alcarria a los agujeros situados en la parte alta de las cuevas-bodega y que se usaban para echar las uvas que iban a ser pisadas o prensadas. En otros pueblos también las llaman luceras.

Sin alevosía, a lugar donde se ceba a los cerdos se le llama "las cortes".
Gregoria no ha podido estar hoy con nosotros porque no anda muy bien de salud, pero el otro día nos contó que hubo en Solanillos una almazara de sangre, en la que la prensa se mueve por tracción animal, y a dónde cada familia que iba a moler tenía que llevar sus propias caballerías. Hubo un intento de convertirlo en museo, pero al final no se hizo. Hace años había muchos olivos, pero hoy ya están abandonados en su mayor parte.

Junto a las eras nos cuentan que era el lugar donde el Domingo de Resurrección, en la Procesión del Encuentro, confluían las mujeres con la Virgen y los hombres con el Niño Jesús.

La pila baustimal de la antigua iglesia románica de El Villar es hoy pilón de fuente.
El viento sopla fuerte camino de la Ermita de la Soledad, una pequeña pero preciosa iglesia románica. Junto a ella hay una fuente en la que vemos una pila bautismal bastante degradada. Nos dicen que la pila procede de un pueblo abandonado al que llaman El Villar y del que cuentan que hubo una boda en la que todos sus habitantes estaban invitados y que murieron envenenados.

Hoy no somos muchos comparando con los que solemos ser en otras ocasiones. Hace frío y el viento acentúa más aún esa sensación. 


A las afueras del pueblo nos espera una gran sorpresa: la Fuente del Pozo. ¡Una fuente monumental! ¡Es preciosa y enorme para estar en un pequeño pueblo de La Alcarria! Luisa nos dice que Juan José Bermejo, que ha escrito un libro sobre las fuentes de La Alcarria, la fecha en el siglo XVI. Al parecer, recibe el agua de dos manantiales diferentes.


Enrique nos explica que lo más probable es que el de enfrente, de agua más dura, venga de las calizas que hemos visto arriba, y el del costado derecho, de agua más dulce, debe venir de las areniscas. El conjunto monumental de la Fuente del Pozo está situado junto al Camino de Carlos III, por el que el monarca se dirigía desde Madrid hacia los Baños de Trillo.

Comenzamos la marcha, dejando detrás la fuente y el pueblo.
Por el camino, una vez entramos al valle, el viento ya no sopla tan fuerte y caminando dejamos de tener frío. ¡Qué día tan malo! Pero nos consolamos pensando que podría ser peor. ¡Por lo menos no llueve!

Raúl nos habla sobre la Sierra de Altomira.
Enrique nos habla de la caliza del páramo de La Alcarria que filtra el agua entre sus grietas. El agua circula hacia debajo hasta que llega a una capa de arcilla que hace que salga por varios sitios en la ladera de la montaña. Raúl nos dice que estamos encima la continuación de la Sierra de Altomira que, como se mete en el terreno por debajo, no la podemos ver. Enrique trae un esquema que nos ayuda a entenderlo.

Enrique explica qué es eso del Mioceno de la cuenca del Tajo.
Aunque se supone que ya ha empezado la primavera, por el camino hay pocas flores todavía. Tan sólo pequeños brotes en algunos romeros. El suelo húmedo está más blando y vamos viendo huellas de diferentes animales. Alejandro, Alberto y Meme, los tres biólogos, e Inés, estudiante de biología, van identificando las huellas y aves, y contándonos curiosidades.

Huellas de tejón en el camino.
¿Quién se anima a buscar el trazado del camino antiguo?

La última recta antes de llegar a Gárgoles.

Ya en Gárgoles de Arriba, nos hacemos la foto de grupo y nos dirigimos hacia el bar y la cueva de María Recuero. En el portal de la cueva nos espera Miguel con una degustación de miel, queso, alajú y una rica limonada. ¡Qué rico todo y que bien sienta después de la caminata! ¡Muchas gracias!

Pintada en el frontón con el nombre por el que también se conoce al pueblo.
Foto de familia.
Ábside románico de la iglesia de Gárgoles de Arriba.
Visitamos la iglesia de la localidad. Tiene un ábside románico que observamos desde fuera. También vemos en la construcción la piedra de toba de la que tanto nos suele hablar Enrique. Curiosamente, la iglesia actual queda por encima y ya no sigue el eje este-oeste de la primitiva iglesia.

Como en otras ocasiones, Miguel nos ofrece sus productos apícolas y un aperitivo.
La cueva-bodega de María es muy grande y allí nos quedamos a comer unos cuantos. En la calle está empezando a llover y hace viento y frío. Nos acomodamos y sacamos las viandas que, como de costumbre, pasan de un lado a otro de la mesa para que todo el mundo lo pruebe. Después de comer, unos voluntarios suben al bar de Consuelo y nos bajan el café a la cueva. ¡Y qué bien sienta con los licores de Eduardo! Y ahora, a tocar los rabeles y a cantar.

La mayor parte del grupo se queda a comer en la cueva que amablemente nos cede María.

Sacar los rabeles y ponernos a cantar es todo uno.
Más de uno se sonroja al cantar las rabeladas picantes....
Al salir de la cueva llueve con fuerza y el viento arrecia. Hoy no iremos a la ermita de San Blas. El frío es intenso y no nos quedan fuerzas. ¡Otra vez será!

¡Hasta pronto! Nos veremos el sábado 28 de abril para recordar el antiguo camino entre Canredondo y Oter. ¡No te la pierdas!

Muchas gracias a Eduardo, Enrique y Gaspar por las fotos. Nuestro mayor agradecimiento a los vecinos y vecinas de Solanillos (Felicitas, Gregoria, Mari Cruz) y de Gargolillos (María, Consuelo), y a todas las personas que hacen posible estas jornadas de patrimonio: José Luis; Marco, Eva y Chelís por parte del ayuntamiento de Cifuentes, Luisa por parte de la Oficina de Turismo, Alejandro, Enrique, Fernando y Raúl por las explicaciones. Agradecimientos también al Ayuntamiento de Solanillos y en especial a Pilar, que nos contó muchas cosas del pueblo, nos ayudó a localizar a gente mayor para que nos contasen más cosas, y se encargó de que nos abrieran el ayuntamiento y las iglesias. También a Miguel, por la miel, el vino y las viandas, y a Luisfer y Pilar Villaverde en el intento de contactar con familiares y amigos de Solanillos. También a Natalia y a Irina, que nos acompañaron en las dos salidas de preparación de la jornada, a toda la gente que se nos haya olvidado nombrar, y a todos los participantes que hacen de cada jornada una experiencia enriquecedora y única, con su interés y motivación.

4 comentarios:

  1. Felicitaros y agradeceros por estas jornadas que organizais, de muy alta calidad,y por este buen reportaje. Se ve que detras hay mucho trabajo. A los que vivimos lejos de Cifuentes se nos ponen los dientes largos y ya empezamos a contar los dias que nos quedan para acercarnos y poder participar en nuevas jornadas.
    Haceis mucho con poco.
    Saludos

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  2. Con una al mes ya andamos casi de cabeza, pues cada jornada implica preparar el itinerario sobre el terreno, concertar con lugareños la salida y la llegada, preparar mapas, cartel, díptico, blog, nota de prensa, fotos, crónica...
    Así que muchas gracias por tu comentario y por vuestra participación. Es lo que nos motiva: contribuir a que se conozca y aprecie ese patrimonio natural y cultural que entre todos debemos cuidar.

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  3. FELICIDADES CON MAYÚSCULAS.
    Muy buen trabajo .

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  4. Muchas gracias. Como dice Enrique esto nos anima a seguir e intentar mejorar.
    Es una labor de equipo y de interacción. El éxito es la suma de todo. Por eso reitero el agradecimiento que hacemos al final de la crónica, a todas y cada una de las personas que de una forma o de otra se implican en ello.

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