Cartel de la jornada sobre el aguardiente en Ruguilla. |
La gaita y el tamboril vuelven a escucharse en Ruguilla. |
La música en la villa siempre ha tenido
protagonismo. Las rondas de mozos, antaño, recorrían sus calles, alegrando el ambiente con la voz
y esa música que hacían sonar con los instrumentos. El Tio Calicias
con su gaita castellana o dulzaina, acompañado del Tio Duque con el tamboril, tocaban en Ruguilla y también en otros pueblos del entorno de la Alcarria. Como homenaje y en recuerdo de
aquellos músicos, Luis Gonzalez pensó en traer de nuevo a Ruguilla la dulzaina y el
tamboril, y hacerlos sonar en esta fiesta.
En Ruguilla, el vino se hacía y aún se sigue haciendo
artesanalmente. Aunque los viñedos ya son pocos, aún podemos degustar el rico
caldo que se elabora y almacena en las cuevas. La lluvia no ha impedido que a
las 12:30, como estaba previsto, comenzase el recorrido y, como era la costumbre, han ido
de cueva en cueva degustando el vino de cada una y saboreando un rico
aperitivo. Así se recupera otra tradición. Todo ello amenizado por Luis y otros
dos músicos más. ¡Una delicia para todos los sentidos!
Tras el aperitivo, a comer una
rica caldereta en el bar. El bingo en la sobremesa sirvió como buena excusa para seguir sentados
y recordar un juego de familia que se está perdiendo como tal.
Luis Sebastián nos ofreció en la bodega
de su casa, una muestra didáctica del aguardiente, con paneles explicativos y
alambiques funcionando. Luis nos contó todos los “secretos” de la elaboración
de esta bebida espirituosa.
Demostración del proceso de producción artesanal de aguardiente con el alambique. |
Y mientras esperábamos a que el aguardiente fuese
saliendo, degustamos sus licores, de bonito color y aún mejor sabor,
acompañados de bollos y también de rosquillas caseras elaboradas por Luis y su hermana Merce.
Gracias a Merce y a Luisa por las
fotografías.
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