30/05/2019

De Canredondo a Huetos

Este próximo sábado 22 de junio tendrá lugar la quinta y última Jornada de Patrimonio prevista para 2019 por el Ayuntamiento de Cifuentes, recorriendo el antiguo camino entre Canredondo y Huetos. El recorrido permite apreciar la transición entre las sierras del borde del Sistema Ibérico y de la Alcarria Alta.

Cartel con la convocatoria de la excursión.
Esta quinta jornada comenzará en la Plaza Mayor de Canredondo a las 9:30, donde ya antes nos abrirán el bar, por si alguien quiere aprovechar para desayunar o ir al baño antes de salir, y tendrá lugar una breve visita guiada por este interesante pueblo.

A las 10:00 será la salida andando de Canredondo. Tras 9,6 km, la llegada a Huetos está prevista hacia las 14:00 o 14:30, visitando algunos lugares de interés por el camino: un sistema de dolinas por karstificación de las dolomías cretácicas, uno de los mejores ejemplos de pinar autóctono del entorno, además de bosques de encina, quejigo y pino, etc. Una vez en Huetos, se transportará a los conductores de vuelta a Canredondo para recoger sus coches.

Una empresa de productos locales de la miel nos ofrecerá un aperitivo al llegar a Huetos, y los participantes que lo deseen podrán comer en el bar con lo que hayan traído. En cualquier caso, en Cifuentes y otros pueblos del entorno hay restaurantes que ofrecen buen menú a buenos precios. En este enlace puedes ver un listado (se recomienda llamar antes). Después de la comida habrá una visita guiada por Huetos, y como ya suele ser tradicional, terminaremos la jornada redactando unas coplas sobre lo acontecido y cantando unas rabeladas.

La distancia total del recorrido es de 9,6 km de dificultad media variable, por caminos de tierra y sendas por el monte, tanto en terreno llano como con pendiente en algún tramo, y en su mayor parte de bajada.

Perfil del camino entre Canredondo y Huetos.
Se recomienda llevar calzado adecuado, y como se espera que haga sol y buen tiempo, pues también recomendamos gorra y protección solar, así como agua y un tentempié para el camino, pues la comida será bastante tarde. La predicción del tiempo atmosférico está disponible en este enlace.


Esta jornada de patrimonio es una actividad gratuita organizada por el Ayuntamiento de Cifuentes en colaboración con el Ayuntamiento de Canredondo y las vecinas y vecinos de Canredondo y Huetos. Para participar no hace falta reservar; basta con presentarse a la hora indicada (9:30 am) en el lugar de encuentro (Plaza Mayor de Canredondo). 

Para obtener más información recomendamos llamar al teléfono 949810833 en horario de apertura de la Oficina de Turismo de Cifuentes: sábados de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20, y domingos y festivos de 11:00 a 14:00. También puedes escribir al correo electrónico: turismo@cifuentes.es


Documentación disponible:
- Folleto (díptico) con el programa de la actividad y mapa del recorrido (PDF de xxx Kb).
- Cartel para imprimir, con el programa general de jornadas de patrimonio para 2019, en formato PDF (1 Mb) y en formato JPG (230 Kb).
- Cartel para imprimir, con el programa específico de esta jornada de Morillejo a Sotoca, en formato PDF (311 Kb) y en formato JPG más arriba en esta misma página.
- Archivo KMZ del recorrido (para ver con GoogleEarth, GoogleMaps u otros geolocalizadores).

Crónica de la jornada de Morillejo a Sotoca


¡Por fin 25 de mayo! Nos vamos a Morillejo para dar comienzo a la cuarta Jornada de Patrimonio de este año 2019. Tras las curvas llegamos al pueblo, algunos un poco mareados. En la Plaza Mayor, Emilio, Felipa y Eduardo nos están preparando un chocolate calentito acompañado de bizcochos que nos sienta fenomenal con el relente que corre esta mañana. Según vamos llegando, nos tomamos el desayuno que nos dará fuerza para andar los casi quince kilómetros que recorreremos hoy.



Ya estamos todos y, tras las presentaciones habituales, comenzamos la visita guiada al pueblo. Morillejo es hoy una pedanía de Trillo en la que apenas viven unos quince vecinos en invierno, pero que llegó a tener más de quinientos.



Su iglesia tiene un retablo y un órgano barrocos. Éste suena todavía y todos los años, en el mes de julio, viene un organista a dar un concierto en el que se considera uno de los órganos singulares de Castilla La Mancha.


A lo lejos vemos una ermita cisterciense que se restauró hace unos años. Es conocida como la ermita de Jerusalén, aunque en antiguos documentos de la iglesia aparece nombrada como de San Juan de Jerusalén.



Salimos del pueblo por un amplio camino que se va estrechando conforme comenzamos a bajar adentrándonos en el valle. Vamos hacia la Fuente de la Noguera, cuya agua ha sido siempre muy apreciada por los morillejanos para beber y cuyo sobrante riega los huertos.




Desde el cruce de abajo, conocido como El Hondo, ascendemos por el camino hasta llegar a media ladera, y seguimos hasta enlazar con “la autopista” del agua. El antiguo camino romano que llegaba hasta el puente de Murel se ha transformado hoy en una pista destartalada con pozos y una conducción de agua.



Desde lo alto, divisamos el Tajo y un meandro abandonado que llaman “El pozo redondo” y que sirvió durante muchos años para cultivo. Los geólogos nos hablan del comportamiento del río y de su erosión para encajarse y dar lugar a meandros abandonados.



Junto al nuevo azud y los restos del viejo puente romano, nos hablan del aspecto del río hace medio siglo, un lugar precioso y apacible con un molino y una barca. Ésta servía para cruzar el Tajo desde un momento incierto en que el puente quedó inservible, tal vez en el terremoto de Lisboa en 1755 o tal vez durante la Guerra de la Independencia. El puente fue importante en época romana y lo siguió siendo a lo largo de la Historia. En el siglo XVI está documentado en los Repertorios de Caminos que mandó hacer Felipe II, donde figura como paso para cruzar el caudaloso Tajo para un camino que unía Valencia con Santiago de Compostela.



Cruzamos el río por el nuevo puente que hizo la Confederación Hidrográfica hace unos años, para luego retomar el antiguo camino hacia Sotoca. Ascendemos a lo alto del cerro y desde arriba divisamos el paisaje donde confluyen el río Tajo y el barranco de El Palomar, que baja desde Carrascosa, y nos hablan de los límites del Parque Natural Alto Tajo, hoy Geoparque Mundial del Señorío de Molina y Alto Tajo, declarado recientemente por la UNESCO.


Hace fresco y sopla el viento, lo cual se agradece, en especial cuando tomamos la cuesta arriba. El campo está precioso. Alejandro nos va explicando sobre plantas y no da abasto. ¡Hay tantas ya con flor!


En la otra orilla del río vemos una gravera. Lleva ya ahí más de cuarenta años y aún continúa extrayendo grava sin contribuir con sus ganancias al municipio. El río continúa su curso y dejamos de verle en un meandro con un sinfín de tonalidades de verde en sus orillas. Alejandro nos explica que se deben a la gran variedad arbórea y nos va identificando los nombres de los ejemplares más característicos.


Algunos aprovechan la parada para tomar un tentempié, ya que aún nos queda la mitad del camino y bastantes kilómetros, así que enseguida retomamos la andadura.


Cruzamos un valle y encontramos un antiguo pozo con su aljibe al lado. Los primeros que llegaron a la orilla han visto una serpiente, “un bastardo”, pues así le llaman en algunas partes de Castilla a la culebra bastarda. Después, en la comida, Jaume nos mostró las fotos que hizo a otra culebra que cogió y se le enroscaba en la mano.


Alejandro nos habla de una planta curiosa, Anchusa officinalis, conocida como “chupamieles”, porque el extremo de su flor sabe a ese néctar tan afamado en La Alcarria, y también “boquerón de campo”, ya que sus raíces recuerdan una espina de pescado y podían ser rebozadas y fritas para consumir, en especial con el hambre en la postguerra.


El camino se nos pierde. Un tramo entraba en la finca del abandonado y desdichado Monasterio de Óvila, hoy convertido en finca particular y cuyas viejas piedras fueron vendidas a William Randolph Hearst (el Ciudadano Kane de la película) en 1928. Junto a la valla de la finca nos hablan del litigio que hubo hasta conseguir la recuperación del camino y la obligación de poner puertas que permitan el acceso público (que no era el caso).


Continuamos junto a la finca y un poco más tarde, al pie de la Covacha Isaac, hacemos una pausa para que Enrique nos hable de la toba, una roca calcárea que ya hemos mencionado en otras ocasiones y que en Castilla-La Mancha está incluida en el Catálogo de Elementos Geológicos de Interés Especial, quedando así protegida para su conservación y poder ser estudiada.

El camino sube y baja en varias ocasiones. Huele a romero y espliego, ¡da gusto! El calor va apretando, aunque no mucho para la época del año en la que estamos. ¡Ya queda menos! Estamos un poco cansados. Hoy son más kilómetros y lo notamos. El camino se bifurca y unos se van con Raúl derechos a Sotoca y otros nos vamos con Luisa y Enrique a ver las tumbas altomedievales. Están talladas en roca arenisca y algunas son antropomorfas.


Un kilómetro más y ya estamos en Sotoca. Da gusto ver el arroyo y su lavadero, uno de los más bonitos de la provincia, y con verdadera “agua corriente”.

Un autobús espera para llevar a los conductores a Morillejo a por sus coches, mientras los demás subimos al bar, que está en lo más alto, junto a la iglesia. Allí nos espera Miguel con su aperitivo de queso y miel, con limonada y refrescos. ¡Qué bien sienta! ¡Gracias, Miguel!


Nos acomodamos en el bar y vamos sacando las viandas que como siempre compartimos. A los postres no podían faltar las empanadillas de Eduardo, que está vez no son de cabello de ángel sino de dulce de manzana. Hoy es el cumpleaños de Eduardo y le hemos cantado a coro el “Cumpleaños Feliz”. Enrique trae chocolate y consigue dividirlo entre todos los comensales para, con una oncita, ayudarnos a recuperar las calorías perdidas.


Luisa se va con un grupo a visitar Sotoca mientras que Enrique y Raúl se quedan componiendo las coplas sobre la jornada. Hoy no está Pilar Villaverde, nuestra coplera oficial. ¡Cómo la echamos de menos! Las coplas hoy no fluyen como otras veces, pero al final conseguimos componer unas cuantas que cantamos a ritmo de rabel, o como dice Enrique técnicamente, "como rabeladas al estilo del Alto Campoo". En este enlace puedes ver un vídeo que grabó Paquita de esta fase de promoción del canto regional y exaltación de las tradiciones (archivo MP4 de 12 Mb).

Y esto se acaba, los participantes se van marchando poco a poco. Otros, ya de vuelta a nuestro origen, seguimos cantando en Morillejo con algunos mayores que no se han atrevido a ir a Sotoca. Enrique le ha puesto letra a “El Pasacalles de Santos” y quiere compartirla con ellos. Se trata de una composición musical de Santos Hernández, ya fallecido, que fue vecino de Morillejo y miembro de la antigua ronda tradicional de Morillejo, esa ronda que da lugar al apelativo de “rondajos” por el que se conoce a los morillejanos. ¡Muchas gracias, Enrique!

Y ya nos despedimos hasta la próxima jornada de patrimonio, que será de Canredondo a Huetos el sábado 22 de junio. ¡Nos vemos en un mes! ¡Os esperamos!

Gracias a Eduardo, Enrique y Jaume por las fotos.

14/05/2019

De Morillejo a Sotoca

Este próximo sábado 25 de mayo tendrá lugar la cuarta Jornada de Patrimonio prevista para 2019 por el Ayuntamiento de Cifuentes, recorriendo el antiguo camino entre Morillejo y Sotoca, en las estribaciones del Parque Natural del Alto Tajo. El recorrido permite apreciar la transición entre las sierras del borde del Sistema Ibérico y de la Alcarria Alta, así como la belleza del río Tajo por esa zona.

Cartel con la convocatoria de la excursión.

Esta cuarta jornada comenzará en la Plaza Mayor de Morillejo a las 9:30, donde nos abrirán el bar, por si alguien quiere aprovechar para desayunar o ir al baño antes de salir, y tendrá lugar una breve visita guiada por este interesante pueblo.

A las 10:00 será la salida andando de Morillejo. Tras 14,3 km, la llegada a Sotoca está prevista hacia las 15:00, visitando algunos lugares de interés por el camino: lo que queda del puente romano de Murel, bosques de encina, quejigo y pino, meandros del río Tajo, una necrópolis altomedieval, etc. Una vez en Sotoca, se transportará a los conductores de vuelta a Morillejo para recoger sus coches.

Fuente de los Caños, en Sotoca.
Una empresa de productos locales de la miel nos ofrecerá un aperitivo al llegar a Sotoca, y los participantes que lo deseen podrán comer en las mesas del frontón o en el bar con lo que hayan traído. En cualquier caso, en Cifuentes y otros pueblos del entorno hay restaurantes que ofrecen buen menú a buenos precios. En este enlace puedes ver un listado (se recomienda llamar antes). Después de la comida habrá una visita guiada por Sotoca, y como ya suele ser tradicional, terminaremos la jornada redactando unas coplas sobre lo acontecido y cantando unas rabeladas.

La distancia total del recorrido es de 14,3 km, de dificultad media variable, por caminos de tierra y sendas por el monte, tanto en terreno llano como con pendiente fuerte en algún tramo, y tanto de subida como de bajada.

Perfil del camino entre Morillejo y Sotoca de Tajo.
Se recomienda llevar calzado adecuado, y como se espera que haga sol y buen tiempo, pues también recomendamos gorra y protección solar, así como agua y un tentempié para el camino, pues la comida será bastante tarde. La predicción del tiempo atmosférico está disponible en este enlace.


Esta jornada de patrimonio es una actividad gratuita organizada por el Ayuntamiento de Cifuentes en colaboración con el Ayuntamiento de Trillo y las vecinas y vecinos de Morillejo y Sotoca. Para participar no hace falta reservar; basta con presentarse a la hora indicada (9:30 am) en el lugar de encuentro (Plaza Mayor de Morillejo). 

Vista de Morillejo y sus huertas desde el sur.
Para obtener más información recomendamos llamar al teléfono 949810833 en horario de apertura de la Oficina de Turismo de Cifuentes: sábados de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20, y domingos y festivos de 11:00 a 14:00. También puedes escribir al correo electrónico: turismo@cifuentes.es


Documentación disponible:
- Folleto (díptico) con el programa de la actividad y mapa del recorrido (PDF de 654 Kb).
- Cartel para imprimir, con el programa general de jornadas de patrimonio para 2019, en formato PDF (1 Mb) y en formato JPG (230 Kb).
- Cartel para imprimir, con el programa específico de esta jornada de Morillejo a Sotoca, en formato PDF (300 Kb) y en formato JPG más arriba en esta misma página.
- Archivo KMZ del recorrido (para ver con GoogleEarth, GoogleMaps u otros geolocalizadores).

Actualizado el 16 de mayo de 2019.

13/05/2019

Crónica de la jornada de El Sotillo a Cifuentes


Hoy, sábado 27 de abril, estamos en El Sotillo para dar comienzo a nuestra tercera jornada de patrimonio de este año 2019. Seguimos recordando y tratando de recuperar los caminos que unían los pueblos de esta parte de la Alta Alcarria en Guadalajara, y en concreto los que permitían a los vecinos de otros municipios llegar al mercado semanal en Cifuentes.

Lavadero de El Sotillo, sin pilar central. El techo se sujeta por su propio peso...
El Sotillo es un precioso pueblo con numerosas fuentes, escalonado en un pequeño valle montañoso de la Sierra de Megorrón. Poco a poco van llegando los participantes en la jornada. Tras las presentaciones de rigor, entramos en la iglesia acompañados de Mila y Victoriano, que son de la localidad. Allí se da culto a Santa Marina y también a la Virgen de Aranz, una preciosa talla románica que procede de la ermita del mismo nombre. Nos cuentan que en su entorno hubo un pueblo, luego despoblado porque “se lo comieron las hormigas” (probable referencia a una plaga de termitas) y del que se salvó la talla de la Virgen. Nos sorprende la calidad del retablo de la iglesia y que sobreviviera a la guerra, como vimos que pasó con el de Carrascosa de Tajo, donde se venera a Santa Librada, hermana de la Santa Marina de El Sotillo.
 
Interior de la iglesia de El Sotillo.
Mila y Victoriano nos hablan de los hermanos Camacho, albañiles que fueron unos verdaderos artistas. Además de construir casas, restauraron la imagen de la Virgen de Aranz, que había quedado dañada tras la guerra, y también fueron los autores de la fuente y el lavadero, una magnífica obra de ingeniería.

Fuente en El Sotillo.
La fuente se hizo en 1931, como pone en una inscripción con el nombre del alcalde de entonces, pero al lado, también hay otra inscripción en la que se dedica la fuente a todo el pueblo. El agua de la fuente es muy fresca y Victoriano nos dice que sale a ocho grados en invierno y en verano.

En el muro de una casa vemos un grafitti de los años 60 que hace alusión a una antigua costumbre llamada "pagar la patente", según la cuál, si algún mozo de otro pueblo quería cortejar a una moza de éste, debía pagar una cantidad a los mozos locales. En otras partes de Castilla también se han recogido costumbres similares (ver, por ejemplo, este artículo en la Revista de Folklore de 1992).

"El mozo forastero que benga a pretender a este pueblo le cuesta la moza 500 pts"
El frontón no nos da tiempo a verlo, pero también es obra de los hermanos Camacho. Nos cuentan que tiene ya más de cien años y que los vecinos lo valoran mucho: además de haber sido utilizado para el tradicional juego de pelota a mano, también servía de patio de recreo para niños y niñas, e incluso se utilizaba y se ha usado hasta hace poco como “salón” de baile.

La planimetría de 1897 muestra el "Camino de Cifuentes a El Sotillo".
La preparación de estas jornadas de patrimonio de Caminos entre pueblos incluye analizar la planimetría elaborada a finales del siglo XIX y principios del siglo XX por los topógrafos del entonces llamado Instituto Geográfico y Estadístico, actualmente conocido como Instituto Geográfico Nacional. Entonces se elaboraron "Bosquejos planimétricos por términos municipales mandados formar por la Ley de 24 de Agosto de 1896". En el caso que nos ocupa del camino de El Sotillo a Cifuentes, el trazado más corto pasaba por la ermita y el puente de Aranz, pero esa zona hoy se encuentra cortada por el embalse. En su lugar, decidimos utilizar otra variante algo más larga que aprovecha parte del camino de Las Inviernas a Cifuentes (el antiguo Camino de la Lana), y que a partir de cierto punto viene indicada como Camino de Cifuentes a El Sotillo.

Los Frailes de El Sotillo merecen una visita que tendremos que hacer otro día.
En el término de El Sotillo hay un paraje natural singular que le ha dado fama, Los Frailes, unos tolmos o peñas rocosas a modo de columnas verticales semejantes a hitos o mojones alineados. Sin embargo, hoy no lo podremos ver, pues el valle para llegar a ellos está parcialmente inundado por el embalse de La Tajera y no se puede circular por él. Así que, en su lugar, seguimos por el camino, cruzamos el arroyo y comenzamos el ascenso hacia la carretera de La Tajera.

Saliendo del valle de El Sotillo.

Hacemos un alto a mitad de camino -¡se agradece con tanta cuesta!-, nos muestran fotos de Los Frailes y nos cuentan su formación. Alejandro, nos habla de la vegetación y nos muestra una especie de espárrago gordo rojizo conocido popularmente como “espárrago de lobo”, pero que nada tiene que ver con los espárragos de mesa. En este caso se trata de una planta parásita que crece a partir de las raíces del romero y que no es comestible.

El espárrago de lobo parasita las raíces del romero.
Seguimos cuesta arriba y llegamos a la carretera que va a La Tajera, donde caminamos en fila india por la izquierda. Por el camino Luisa nos habla de “los mayos”, una tradición que se va recuperando en algunos pueblos de la zona.

Una parte del antiguo camino ha sido aprovechada para la carretera a La Tajera.
En una curva nos apartamos de la carretera y tomamos un camino que nos llevará hacia el río Tajuña. Vemos unas trincheras de la guerra y Enrique nos muestra unas láminas para entender cómo estaba distribuido el frente y porqué. Por el camino encontramos algún trozo de metralla de obuses.

Las trincheras republicanas caían dentro del rango de la artillería franquista.
Bajando por Los Horcajos hacia el Tajuña.
El verde primaveral ya va cuajando en los sembrados.
Cuesta abajo llegamos al molino de Las Inviernas, junto al Tajuña que hace de límite con el término de Moranchel. Según nos contaron, a partir de 1924 empezó a generar electricidad por la noche a varios pueblos de la zona, y por el día mantenía la molienda del cereal. En la actualidad, y tras su restauración, es una casa rural que ahora mismo está en obras. Encontramos a su dueño, que da la casualidad que hoy está por aquí y muy amablemente nos abre la casa para que la veamos. ¡Le está quedando preciosa!

El molino de Las Inviernas ha sido reconstruido y convertido en casa rural.
Caminando junto al Tajuña en busca de la pasarela.
Cruzamos el Tajuña, algunos valientes por un tronco caído, y los demás por una pasarela de madera. Ya en el término de Moranchel, emprendemos de nuevo el camino en ligera cuesta arriba rumbo a Cifuentes.

Una de las valientes afortunadas que superaron la prueba de cruzar el río Tajuña por el tronco.
Cruzamos el río Tajuña por una pasarela.
La casa del tejar era utilizada por la familia que venía cada año a fabricar las tejas.
Vemos un tejar, hoy en día en ruinas, y una gran paridera, también en ruinas, ambos víctimas de la despoblación. Más adelante está la Cueva de los Gatos, que en realidad no es una cueva sino un abrigo en donde la artista de Moranchel, Asun Vicente, ha pintado gatos en diferentes posturas aprovechando los salientes y entrantes de la roca.

Entre unas y otros, poco a poco, vamos descubriendo los gatos en la cueva.
Mientras tanto, abajo, Luisa explica la labor de Asun.
Aguas arriba por el mismo barranco, Alejandro nos habla de la vegetación en torno al cauce artificial excavado para drenarlo. Dentro del agua podemos ver berros, y en el talud brotan numerosos equisetos (cola de caballo) que ya muestran sus esporangios.

Los brotes de cola de caballo (equisetos) llaman la atención a los participantes.

Subimos por el Barranco de la Cañada Larga para pasar a la cuenca hidrográfica del Tajo.
Tras subir al interfluvio de las cuencas del Tajo y del Tajuña, bajamos hasta el “punto limpio” de Cifuentes y, algo más allá, al camino por el que ahora hacen pasar la Ruta de la Lana. El grupo se estira como una procesión, pues ya estamos cansados, hace calor, y empieza a arreciar el hambre. Algunos ya están en Cifuentes y a otros nos queda un rato para llegar. Junto a la balsa y los manantiales espera un autobús que, por gentileza del Ayuntamiento de Cifuentes, llevará a los conductores a El Sotillo para recoger sus coches.

Llegando a Cifuentes, la referencia visual son las Tetas de Viana.

Comemos en el claustro del convento de Santo Domingo...
Los demás vamos entrando en el claustro del convento de los Dominicos, donde nos esperan Miguel y Ángel Luis con su queso, miel y aceite, acompañados de vino local y gaseosa. ¡Qué bien sienta! Venimos hambrientos y sedientos, después de casi 15 km…


...como siempre, compartiendo viandas y brebajes.
Extendemos las mesas y vamos sacando las viandas. Como siempre, hacemos “comida de traje” con lo que cada uno trajo, compartiendo y probando lo de unos y otros, incluyendo vinos, dulces y licores.

En la visita guiada, Luisa nos enseña el pórtico de Santiago de la iglesia...
...y el edificio que debió ser la antigua sinagoga del barrio judío de Cifuentes.
Ahora toca visita guiada a Cifuentes. Algunos nos vamos con Luisa para ver el pueblo. Otros, que ya lo conocen, se quedan tomando un café y componiendo unas coplas. Al terminar la visita, las coplas ya están listas (puedes bajártelas en este enlace). Sólo falta afinar los rabeles, y por fin cantamos a coro en la galería del claustro, con una sonoridad extraordinaria.

Afinando los rabeles antes de empezar a cantar.
Poco a poco, algunos se han ido marchando, así que decidimos despedirnos hasta la próxima jornada: el 25 de mayo tenemos nueva cita en Morillejo, para conocer el antiguo camino que llevaba hasta Sotoca.

Muchas gracias por las fotos a Eduardo, Enrique, Gonzalo, Jaime, Maripaz y Teresa.
Actualizado el 16 de mayo de 2019.